Tras la semana santa o la Pascua, deseo hablarte de un tema que está siendo cada día más grave o preocupante. En el año 2022 el consumo de medicamentos para la ansiedad la depresión y los problemas del sueño superaron los 10 millones de personas. Si además consideramos la salud mental está siendo afectada en estos últimos tiempos tras la pandemia, podríamos decir que esta cifra también nos habla de como miles de personas en el mundo están desesperadas buscando un poco de tranquilidad o “paz interior”. Si a esas cifras, le sumamos las personas que están desesperadas de llenar “el vacío” con sexo, alcohol, diversas sustancias, u otros escapismos como el juego, las redes sociales, etc.; estamos ante un gran problema que trasciende lo terrenal.
Por otra parte, vemos que un gran número de jóvenes se quitaron la vida por no encontrar paz a ese espíritu angustiado. En España, el suicidio sigue siendo, después de los tumores, la principal causa de muerte de los jóvenes entre 15 y 29 años: en 2021 fallecieron 316 (237 hombres y 79 mujeres) frente a los 300 de 2020. Y por ejemplo en EE.UU., para el cierre de 2022 la tasa de suicidios entre niños y jóvenes aumentó un 57 por ciento en los últimos cinco años.
Dicho lo anterior por la falta de paz interior (y de saber manejar ese vacío existencial) muchos buscan algo de calma en escapismos, otros acaban quitándose la vida. Es otras palabras, la gran pregunta es ¿dónde puedo encontrar esa verdadera paz interior o cómo puedo llenar ese vacío? En la espiritualidad.
Jesús antes de ir a la Cruz les dejó a sus discípulos unas palabras poderosas donde les mostraban camino a la verdadera paz que muchos hoy están buscando, puede leer lo que Jesús dijo en Juan 16:33.
Todos, absolutamente todos pasamos por conflictos en todas las áreas de nuestra vida. Todos, absolutamente todos experimentamos situaciones difíciles; todos tenemos inconvenientes en la vida; pero si confiamos en Dios, si nos refugiamos en ÉL (o en poder superior en el que creas), encontráremos esa paz que estábamos buscando.
Refugiamos en Dios por medio de la oración y la meditación. La paz de Dios supera todo lo que podemos entender, supera todo conocimiento, supera todo pensamiento. Pídele a Dios que guarde tu corazón y tus pensamientos.
¿Qué quiero decir con todo esto?
Que, si yo me refugio en Dios por medio de la oración, le estoy pidiendo que se lleve todas mis cargas y mis preocupaciones. Encomendándole cualquier cosa que hagamos, Él nos dará salud mental y salud emocional.
Todos pasamos por momentos rabia y de impotencia, y eso es lo que muchas familias; pero también es lo que ha venido pasando en nuestras naciones, buscamos la paz en el lugar equivocado y de la forma equivocada.
Así que en el momento en que nos enfrentamos a situaciones que nos incomodan, por muy duras pruebas, recuerde siempre que Dios (Tu poder superior) está siempre con nosotros. Cambiemos nuestra actitud, no bajemos los brazos, hagamos un cambio por pequeño que sea, para ir avanzando, para ir transitando, agradezcamos hasta por los momentos de dificultad, porque eso forjará nuestro carácter en una persona más valiente y agradecida.
La actitud que pongamos frente a las adversidades puede ayudarnos a que muchas cosas que no hemos podido cambiar. Cambiemos nuestra manera de pensar. Cuidemos nuestros pensamientos y sentimientos en esas situaciones que se escapan muchas veces de nuestras manos. Cambiemos la actitud, de manera de afrontar esas situaciones sabiendo que Dios conoce nuestra petición y nuestra necesidad. Un abrazo de luz!
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