Ya sabemos que los ángeles no son seres antropomórficos, pero perfectamente pueden tomar forma humana para ayudar a los seres humanos y protegerlos… incluso, pueden hasta tomar forma de animales, y de eso dan testimonio miles de personas. Para qué tomar forma de animales?
Para cumplir con la tarea de protegernos, entre las diversas formas que los ángeles pueden tomar para comunicarse con nosotros esta también la animalización. De este tema no he encontrado prácticamente nada, ni en las doctrinas religiosas ni en textos modernos de angelología. No obstante, yo puedo dar fe que ciertos ángeles para tomar forma de animales en especial con la misión de proteger a los seres humanos o de advertir peligros.
Obviamente, cuando un ángel toma forma animal, no puede asumir forma de animal salvaje, porque la conducta natural de esta clase de animales consiste en huir o agredir a otra especie que no sea la suya propia, por su propio instinto.
Existen testimonios de personas que han tenido esta clase de experiencias angelicales, y coincidimos en que suelen tomar forma de animales domésticos, y esto es totalmente lógico ya que su presencia es mucho más familiar para el ser humano. En ese sentido, los ángeles recurren a asumir la forma de un gato o de un perro, que son los animales que las personas ya están lo suficientemente familiarizadas (y en muchos casos íntimamente conectadas).

Si aún no puedes creer lo que comento hasta ahora, pero eres cristiano o católico, puedes repasar la historia de San Francisco de Asís. Los 4 de octubre se celebra el día de San Francisco de Asís, aunque falleció un 3 de octubre de 1226. Nacido con el nombre de Giovanni di Pietro Bernardone, fue canonizado por la Iglesia católica en 1228 como San Francisco.
Se le considera patrón de los animales por su devoción a estos como criaturas de Dios. Ha sido abrazado por la cultura del escultismo particularmente por la relación hacia los lobos. Cuando Giovanni renunció a la riqueza material y una vida tradicional, se dejaba acompañar de los animales, a quienes al parecer decía considerar como a sus “hermanos pequeños”.
Según la historia que ha quedado hasta nuestros días, en sus días de oración y meditación, se rodeaba de estas criaturas, que supuestamente le entendían y con quienes se podía comunicar. Incluso se asegura que las aves podían formar bandadas en forma de cruz en honor a Cristo. También se cree que hizo manso a un lobo que devoraba animales de las granjas cercanas al lugar donde se encontraba el santo.
Por otra parte, esta la historia de Don Bosco y “Grigio”. Todos los estudiantes de los colegios salesianos conocen perfectamente el testimonio de San Juan Bosco en ese respecto, y no fue ninguna leyenda, fue una historia real que le ocurrió a este famoso sacerdote y que fue ratificada por el testimonio de fieles y estudiantes del Oratorio de Valdocco en la ciudad de Turín. Durante el tiempo en que Don Bosco fue objeto de amenazas de muerte y atentados por parte de sus enemigos, siempre lo defendió un misterioso perro que, según los alumnos del Oratorio de Valdocco, parecía un pastor alemán de color grisáceo, aunque otros decían que era un perro lobo…. Don Bosco lo llamó Grigio (en italiano, Gris).
Grigio apareció por primera vez en 1854, una noche en que Don Bosco sufrió una emboscada en la que varios individuos se lanzaron contra él para matarlo. Grigio se lanzó contra los agresores y los hizo huir presos del pánico. Nadie pudo descubrir el lugar de procedencia de Grigio, ni mucho menos en dónde dormía o comía. Don Bosco cuenta que este misterioso perro, a pesar de su aspecto que daba miedo, era muy juguetón y los alumnos gozaban pasar los recreos en compañía del misterioso perro.
Grigio escoltó a Don Bosco durante dos años, justamente el tiempo que duraron los atentados contra el sacerdote fundador de los salesianos. Y sus servicios de escolta celestial implicaron, a veces, mostrarle a Don Bosco los dientes y gruñirle para que no saliera cuando había peligro. Este hecho se dice que ocurrió una noche en que el sacerdote quiso salir, pero Grigio se lo impidió, y lo tuvo por media hora retenido a punta de ladridos y bloqueo de la puerta. Minutos después llegó un vecino para advertirle a Don Bosco que escuchó una conversación en la que se enteró de que unos sujetos tenían una emboscada lista a la salida del Oratorio para matarle. En 1857 Grigio desapareció sin dejar rastro alguno, pero reapareció una noche en 1864 cuando Don Bosco se dirigía a realizar una visita nocturna a su amigo Luigi Moglia; el trayecto era muy oscuro y peligroso, y Don Bosco se dijo “ah, si estuviera aquí mi Grigio, qué oportuno sería!”…
Un caso más recién, en enero de este año hubo una noticia que se hizo viral en la provincia turca de Trabzon (sobre el Mar Negro) sobre un perro pasa toda una semana en la entrada de un hospital esperando a su dueño, que fue ingresado de urgencia. Su nombre es Boncuk y después de correr tras la ambulancia que trasladó su dueño al hospital, espero paciente durante días. Como esta historia hay muchas, y la mía, con la perrita de mi familia que se llama África, sin embargo, se las contaré en una segunda entrega…
Para finalizar (aunque creo que me extenderé un poquito más) es increíble que las personas no creen poder interactuar con los ángeles por su propia cuenta, sin que tener que recurrir a alguien más para comunicarse con ellos (y por ahora prefiero no hablar de esos, alguien…). Por mi parte, lo que te puedo decir es cualquier persona puede ver ángeles, en especial a los ángeles de la guarda. Piensa en un bebé… nadie duda que los bebés y los niños tienen la facultad de ver a los ángeles. Lamentablemente los adultos (o los padres) suelen negar este don o situación.
Ahora bien, hay otro grupo de personas (incluso me han escrito para que les ayude) que quieren ver a los ángeles? pero realmente estáis en disposición de pagar el precio?
Mi respuesta es que si puedes, pero el precio a pagar por esa visión es demasiado alto en un mundo materialista que niega a Dios y al mundo espiritual con arrogancia y soberbia. Empezando porque si yo te pediría que a diario deberías dedicar un tiempo para reflexionar, meditar orar o hablar con Dios, estarías dispuesto?… Si te pregunto: si lograras ver con tus ojos físicos a los ángeles, serias capaz de contarle a tus familiares y amigos lo que te ha sucedido?… Y si te pregunto otra cosa, piensas que ellos te creerían?
Sin duda alguna la respuesta a todas o al menos a las dos últimas preguntas anteriores sería un NO. La mayoría de las personas te dirán que estás alucinando, que lo soñaste, que estas dementes, o que eres una fanática de la religión…
Entonces, por una parte, tendrás tantas respuestas y reacciones en contra, veras la cantidad de personas esteticistas, y otras tan radicales que niegan la existencia de Dios y del mundo espiritual…
Y por la otra parte, esta tu propio ser… Primero, pregúntate si eres de esos que no creen en nada que no puedan verificar con sus cinco sentidos, y segundo, si estás dispuesto a fortalecer tu fe con todo lo que ello implica, sin alardear ante los demás de ello sino para recuperar y aumentar la fe en Dios.
Todo cambio empieza por uno mismo. Recuerda:
- Quién ha podido ver el viento? El aire en su estado puro, no es visible a los ojos físicos, pero el ser humano sin el oxígeno no puede subsistir, dependemos de él para respirar;
- Para los ángeles no hay grado de dificultad. La dificultad se la ponemos nosotros con nuestras dudas y miedos. Por ejemplo, la comunicación básica con tu ángel de la guarda se establecerá una vez que hayas aprendido a escuchar atentamente tu conciencia.
- Una vez que hayas crecido en tu fe, puede ser que Dios Padre te dé ese regalo, pero eso sólo será si El, en Su infinito amor y sabiduría, considera que te conviene vivir esa bella experiencia!
Y por último, con fe, los ángeles y Dios podemos lograr cualquier cosa; sin embargo, pero el Padre conoce nuestros corazones y nuestras intenciones. Así que, si deseas ver a los ángeles ante tus ojos físicos con el fin de tener una evidencia de la existencia de Dios y del mundo espiritual, no olvides que “sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.
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