El poder de las palabras

Desde que creé este Blog, lo he estado corrigiendo o perfeccionando con los días, el diseño, el botón de traducción, etc. Y el lenguaje es un aspecto que todavía es complicado. Inicialmente, escribí mis artículos en inglés e inmediatamente los mostré en español. Recientemente, después de obtener un certificado de Google, supe que se trataba de un error, ya que crea un conflicto en los motores de búsqueda. En ese sentido, dependiendo del tema y de mi intuición, escribo según sea el caso en inglés o español. Sin embargo, he recibido solicitudes por mensaje privado, de que querían leer esta publicación en español, porque el uso del traductor automático no siempre produce una buena traducción, en otras palabras, parte de la esencia original del puede perderse.
Esa es la razón, que están viendo la misma publicación en dos idiomas. Espero que si me leen, denme su opinión sobre los temas tratados no solo sobre el contenido de mi artículo, sino también sobre lo que piensan acerca de esta solución que he encontrado sobre el idioma. Y una vez más, ¡gracias por el apoyo! Un abrazo de alas.
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Es bastante fácil ser fuerte y mantener una buena actitud cuando todo está en calma, es decir cuando no tenemos problemas o desafíos en la vida. Es una historia muy diferente cuando llegan los problemas o situaciones como la actual pandemia que ha traído enfermedad, miedo, muertes, problemas económicos, etc. Estos son los momentos en que es extremadamente importante para nosotros mantenernos firmes y ser muy cuidadosos con lo que decimos.

Los problemas nos tientan a decir y hacer todo tipo de cosas que no haríamos en los buenos tiempos. No saldremos de los problemas con quejas, autocompasión, miedo y preocupación. Debemos levantar un escudo de fe y fortaleza.

Muy a menudo la gente usa la frase “Odio”. Odian el camino al trabajo, odian limpiar su casa, ir al supermercado, cortar el césped, pagar sus cuentas, y así sucesivamente. Es sólo una frase, pero una que conlleva poder. Cada vez que decimos que odiamos algo, se nos hace más difícil hacerlo con alegría la próxima vez. Entonces, empieza diciendo que disfrutas de las cosas que son más difíciles para ti, y pronto encontrarás que son más agradables.

Podemos convencernos a nosotros mismos de las cosas. Puedo convencerme a mí misma de que desprecie algo que necesito hacer, o puedo tener una buena actitud y hablar bien de ello, y hacerlo mucho más agradable. Empieza a prestar atención a las palabras y frases tontas que salen de tu propia boca y empieza a formar nuevos hábitos.

El universo es energía. Podemos maldecir nuestro futuro hablando mal de él, o podemos bendecirlo hablando bien de él. ¿Tienes algún tipo de sueño o visión para tu futuro? ¿Hay cosas que te gustaría ver que sucedan en los días, meses y años que tienes por delante? Sinceramente espero que sí, porque sin metas, estamos sin dirección y muy desmotivados. Ahora bien, mi pregunta es, ¿tus palabras han estado en línea con lo que dices que quieres?

No sólo espere a ver qué pasa en su vida, sino que consiga que algunas palabras trabajen en su favor. Habla a propósito y haz que tus palabras cuenten. Evita decir “Siento que nadie se preocupa por mí”, “Me temo que este va a ser un mal día”, “Estoy cansado y temo ir a trabajar”. Ese tipo de palabras no agregaran ningún valor a los sueños o metas que tengamos

Aprendiendo a comportarse en las cosas que a diario hacemos, cuando llegue uno de los momentos difíciles podremos controlar más fácil nuestros pensamientos, emociones, actitudes y palabras que decimos. Porque no hay momento donde se requiera más autocontrol de no hablar negativamente, que cuando nos encontramos en una situación negativa.

Para comprender el poder de las palabras, podemos citar incluso la Biblia “fue oprimido, [pero] cuando fue afligido, se sometió y no abrió su boca; como cordero llevado al matadero, y como oveja delante de sus esquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Isaías 53:7).  

Sé que siempre uno esta tentado de quejarse cuando las cosas no salen como quiere, pero he aprendido que es algo peligroso y puede abrir la puerta a todo tipo de maldad. Debemos aprender a disfrutar de la vida sin importar las circunstancias, siempre y cuando sepamos qué hacer con nuestras palabras.

Las palabras que elegimos hablar tienen un tremendo impacto en nuestra vida. Las palabras felices pueden aumentar su alegría. Llena tu vocabulario con palabras hermosas, da gracias, celebra, se entusiasta, se enérgico, habla siempre con esperanza, fe y amor.

Nunca podrás cambiar lo que hablas si no cambias tus pensamientos, que en realidad son autodeclaraciones. Hablamos con nosotros mismos más que con nadie. Pensamos la mayor parte del tiempo, y esos pensamientos privados son autodeclarativos. La forma en que nos hablamos a nosotros mismos determina nuestro nivel de alegría tan seguramente como nuestras palabras. Tómense unos minutos ahora mismo y hagan un inventario de lo que han estado pensando hasta ahora. Nuestra conversación no sólo afecta a nuestro nivel de alegría, sino también a nuestra paz e incluso a nuestra energía física. Escúchate a ti misma. Lo que tu te digas de ti mismo es el más importante issue sobre ti.

Habla con fe, no con miedo. Si después de leer estas líneas crees en el poder de las palabras deberíamos hablar con fe y no con miedo.  Todos sentimos miedo, es humano, sin embargo, en ese momento cuando las situaciones escapen de tu control, deja todo en manos de dios, entrégaselo. Puedes usar una frase tan sencilla como “No temeré, confío en Dios”.

Incrementa tu paz. Piensa antes de hablar, si realmente quieres decir lo que vas a decir y si no le harás daño a otra persona o a ti mismo. He descubierto que, si hago haces ese ejercicio mucho de lo que tenías intención de decir nunca lo dices.

Se amable y humilde con tus palabras. La Madre Teresa de Calcuta dijo “Las palabras amables pueden ser cortas y pueden hablar, pero sus ecos son interminables”.

Habla con la verdad. Hemos visto en muchas pelis que ante una corte o juicio el acusado o los testigos declaran “Prometo decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad”. Estas palabras se encuentran en la Biblia y se usan en la confesión de la siguiente forma “Prometo decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, con la ayuda de Dios”. Lo que quiero resaltar aquí, no para un juicio ni una confesión, sino se trata de decir la verdad en todo momento de nuestra vida, y esto incluye el vivir conforme con ello, a veces no necesariamente hablamos para decir una mentira, a veces nuestra vida es basada en una mentira. Esto es ser consistente entre lo que piensa, dice y hace.

En conclusión, se impecable con tus palabras. Esto significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo. Si llegas a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie toda emoción negativa que haya en tu interior y eso se reflejara en todo lo que haces y en tu trato con los demás. Cuando eres impecable con tus palabras, simplemente te sientes bien, eres feliz y estarás en paz.

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