En mi post “¿¿Cómo hacer tu día mejor?” te prometí escribir un artículo sobre ¿cómo oír a Dios? Aunque este articulo no se refiere específicamente sobre mis consejos para aprender a escucharlo (el cual lo desarrollare en otro post), si se refiere a un aspecto sumamente importante para poder escucharlo, que es encontrar un lugar adecuado.
¿Por qué debemos escoger un lugar para hablar con Dios?
Buscar un sitio para orar, es encontrar un lugar que nos permita ser fortalecidos.

¿Cuál es la importancia que haya un lugar para ello?
Aunque parezca obvio, hay un lugar adecuado para hacer cada cosa. Por ejemplo, el lugar adecuado para trabajar es la oficina. ¿Qué lo convierte en el lugar adecuado? Actualmente, por la cuarentena mucho de nosotros estamos trabajando desde casa para ayudar a prevenir los contagios del COVID-19, pero sabemos que la mayoría de nosotros antes de esta coyuntura no teníamos el hábito de teletrabajar ¿cierto? Y ¿Por qué nuestra casa no es el mejor lugar para trabajar? ¿A qué no te levantas a la hora que salías a la oficina? ¿A qué no comes en tu horario habitual? ¿A qué mientras estas en la laptop tienes la televisión encendida para ver noticias?, y así, un sinfín de ejemplos podría citar.
Otro ejemplo, de que hay un lugar para cada cosa, es si queremos hacer una fogata, donde además de buscar la leña y conque encender el fuego, tenemos que buscar espacio que este despejado para encenderla, que no sople un viento fuerte, entre otros aspectos.
Si queremos citar los evangelios, para buscar una característica de los lugares y tiempos preferidos por Jesús para orar, estos lugares siempre hacían referencia a la montaña, a lugares apartados de las personas, al huerto, al desierto, a la noche. Cito algunos ejemplos:
Cuando Jesús necesitó la dirección del Padre para escoger a sus discípulos “fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios” (Lucas 6, 12).
Después de un día ocupado en su ministerio, Jesús despidió a la multitud y “subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo” (Mateo 14, 23).
Entonces, ¿Cómo podemos hacer para encontrar el lugar adecuado?
Aquí me atrevo a sugerirte que podrías usar los mismos criterios que se utilizan cuando se busca un lugar adecuado para meditar.
Como te dije en la presentación inicial de mi Blog, este no es un Blog religioso, aunque este escrito por alguien que cree profundamente en Dios. Y efectúo esta aclaración debido a que muchas religiones no aceptan la práctica de la meditación. Y en efecto, la meditación nunca sustituirá la oración, sin embargo, soy defensora de los beneficios que puede traer la misma, tales como: disminuir la ansiedad y el estrés, ayudar a la reflexión y a la aceptación, ayuda a la disminución de los juicios de valor, favorece el conocimiento de si mismo, y puede ser un paso previo antes de abrirse a Dios. En otras palabras, personalmente creo en la oración tú hablas con Dios y en la meditación, Dios habla contigo (entre otras formas).

Ahora bien, con el fin de retomar la idea de encontrar el lugar adecuado para oír a Dios, y donde te recomendaba usar los mismos criterios que se usan para elegir tu lugar de meditación diaria, te podría sugerir lo siguiente:
- Que favorezca la intimidad. Mi lugar o espacio de paz es aquel que disfruto más que nada, por ejemplo, puede ser el lugar donde tomes café, donde sabes que tienes un espacio contigo misma.
- A tu gusto, podría tener poca luz.
- Un lugar pacífico, silencioso y privado, apartado de la calle, de la música, de personas conversando o que puedan venir a interrumpirte.
- Un lugar donde puedas estar en contacto con sonidos que te puedan ayudar, ejemplo, donde escuches el sonido del mar o del rio, el canto de los pájaros, la brisa, un parque, etc. También puedes escuchar música de relajación, hoy en día en cualquier plataforma desde YouTube hasta Spotify puedes encontrar este tipo de música.
- Si es un lugar cerrado, como tu casa o tu cuarto, te aconsejo que haya orden y limpieza; así como, debes quitar las cosas que distraigan como alarmas del teléfono, televisión, ventanas que den hacia distracciones.
- O cualquier lugar donde realmente te sientas cómodo, donde estés dispuesto a escuchar, a permanecer quieto y callado.
Por último, no olvides que para hablar y oír a Dios, el mejor el lugar de encuentro es tu corazón. Hablar y oír a Dios, va más allá del espacio físico, es parte de tu intimidad, es hablar desde el corazón y esperar hasta recibir la respuesta.
No olvidemos tener la confianza de que Dios nos escucha y responde a nuestras oraciones. Pero debemos ser pacientes mientras esperamos. Dios conoce el momento y el lugar perfecto para responder nuestra petición, su tiempo es perfecto y siempre estará en concordancia con el plan que ha trazado para nuestra vida.

Finalmente, en un próximo post, desde mi experiencia te diré como aprender a escuchar a Dios. No obstante, si por ahora quieres tener un rincón en tu casa o en tu oficina adecuado y ambientado para meditar y para hablar con dios, y estas residenciado en Venezuela, te sugiero seguir la cuenta de Instagram @cabrerarq5. Esta personita además de ser una talentosa arquitecto 😊, es también uno de esos seres que buscamos dar luz a este planeta a través de las cosas que hacemos✨. Y estoy segura que te podrá ayudar a encontrar tu lugar para alejarte de las divisiones y distracciones en las que vivimos, así como, construirte un lugar que pueda ayudarte a la relajación, a la meditación y por que no, a oír y hablar con Dios.
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